¿Qué es el confort térmico?
Habitualmente, cuando hablamos sobre la calidad del aire interior y las ventajas de vivir en una vivienda construida bajo el standard Passivhaus, hacemos referencia al gran confort térmico. ¿Pero sabemos que es el confort térmico?
Entendemos por confort térmico cuando las personas que lo habitan no experimentan sensación de calor ni frio, o, dicho de otro modo, cuando las condiciones de humedad, temperatura y movimiento de aire es agradable y adecuado a la actividad que se realiza en su interior.
La complejidad de evaluar el confort térmico (interpretamos sensaciones con valores subjetivos) nos lleva a estudiar variables como la temperatura del aire, la temperatura de las paredes, suelos, techos, humedad del aire y velocidad del aire.
Temperatura media del aire: Passivhaus interpreta un valor mínimo de confort en invierno de 20º y en verano un valor máximo de 25º.
Humedad: Humedades entre el 40 y 70% nos pueden dar sensación de confort. La vinculación entre humedad y temperatura nos puede variar nuestro bienestar. Si mantenemos humedades no excesivamente altas, con temperaturas incluso superiores a 25º podemos obtener sensaciones de confort positivas.
Ventilación: Sabiendo que una de las particularidades de una casa pasiva es su hermeticidad al paso del aire, las viviendas construidas según el estándar Passivhaus realizan su ventilación de una manera controlada y continua. Se dimensionan caudales de ventilación por persona inferiores a 0,3 renovaciones/hora con una velocidad del aire menor a 1m/s para evitar corrientes de aire.
Siguiendo los principios constructivos de una vivienda pasiva, descubriremos una manera de vivir diferente, con estancias a una temperatura constante en toda la vivienda, sin saltos térmicos entre habitaciones con diferentes orientaciones, sin infiltraciones de aire no deseadas y con un confort térmico garantizado.