Los Sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) son soluciones constructivas de aislamiento que mejoran sustancialmente la eficiencia energética de los edificios.

Utilizando aislamientos por el exterior, minimizamos las pérdidas de calor hacia el exterior en invierno e impedimos las excesivas ganancias térmicas en verano que nos produzcan molestos sobrecalentamientos.

Otra ventaja del aislamiento por el exterior continuo es la reducción y prácticamente eliminación de los puentes térmicos evitando condensaciones por la cara interior de la vivienda.

En la construcción de una vivienda pasiva, dichos aspectos son fundamentales para reducir la demanda energética. Aumentamos el confort térmico interior, mejoramos la protección acústica, y naturalmente reducimos el gasto energético en calefacción y en refrigeración.

La solución constructiva del aislamiento térmico por el exterior se compone por diversas capas entorno a una base de aislamiento sobre la que colocamos una capa de acabado.

Existen diversos tipos de aislamientos sobre los que podemos aplicar una capa de acabado. Podemos encontrar sistemas basados en placas de poliestireno expandido, lana de roca, espuma fenólica, corcho natural, virutas de madera…

En cuanto a acabados podemos encontrar sistemas continuos con acabados de capa fina, estucados o fachadas ventiladas.

El ejemplo propuesto corresponde a una vivienda pasiva de obra nueva construida con una solución de aislamiento térmico por el exterior formada por tableros aislantes de fibra de madera con revestimiento continuo hidrofóbico, el cual permite que la fachada se limpie con el agua de la lluvia y mejore su resistencia al moho. Dicha solución se adhiere a una fachada de termoarcilla donde en su cara interior se realiza una capa de yeso a modo de barrera de hermeticidad y un trasdosado de cartón yeso para el paso de instalaciones.

Proyectar y construir viviendas de consumo casi nulo que garanticen un alto grado de confort interior son el objetivo de estas soluciones.